lunes, 28 de abril de 2008

Las tensiones que han de superarse

De acuerdo al texto base del presente taller, se evidencian una serie de tensiones que se encuentran en el centro de la problemática del siglo XXI, estas son las siguientes:

Tensión entre lo mundial y lo local: convertirse poco a poco en ciudadano del mundo sin perder sus raíces y participando activamente en la vida de la nación y las comunidades de base[i]. Entiendo pues, que la globalización incentiva el encuentro y la interacción de distintas culturas locales, cabe señalar que al mismo tiempo se produce una tensión entre “lo local” y “lo global”, dado que el aspecto local disputa con el aspecto global y ambos conforman una hibridación cultural, que Renato Ortiz denomina “mundialización de la cultura, cuyo proceso tiene especificidades distintas de la globalización económica y tecnológica… porque el proceso de mundialización de la cultura, podemos leerlo, como un proceso que tiene reglas, patrones que son hegemónicos, pero estos son mundiales y no globales. Por lo tanto, no hay una identidad global, no hay una cultura global y yo creo que no habrá un gobierno global. Entonces tenemos que el proceso de la esfera cultural es diversificado y no necesariamente plural, ya que luego se confunde la noción de pluralismo con la idea de democracia y no necesariamente esto es así.”[ii] Por tanto, la tensión entre lo mundial y lo local ocurre porque ambos elementos desean ser partícipes en el imaginario colectivo[iii] y, por parte de lo mundial no perder su hegemonía y desde la perspectiva local no desaparecer ante la cultura dominante.

Ejemplo: Los alumnos de un establecimiento municipal de la comuna de Peñalolén no poseen la capacidad de organizar un centro de Alumnos, sin embargo, son capaces de organizarse y participar en una comunidad virtual como Faceboock.


Tensión entre lo universal y lo singular: Esta tensión está estrechamente relacionada con el cotidiano fenómeno de la Globalización, que entenderemos desde la dimensión cultural de acuerdo a lo planteado por J. J. Brünner, “…la globalización… no pasaría de ser un proceso de norteamericanización de la cultura a nivel mundial…la globalización cultural tiene mucho que ver con la potencia rectora del sistema capitalista mundial. Ésta opera como un centro irradiador de valores y cultura…”[iv] ya que la importancia que ha desarrollado a nivel económico, tecnológico y educacional nos ha llevado como país, e incluso como continente, tercermundista a imitar los cánones culturales de los Estados Unidos, nos hemos apartado de nuestra cultura y hemos adoptado la foránea en muchos aspectos de nuestra vida cotidiana. Sin embargo, “Del lado opuesto, miradas las cosas desde la periferia, se percibe también una creciente difusión y penetración de las culturas altas y populares de muchas sociedades pobres y en desarrollo, y una interacción mucho más compleja de ellas con la cultura central o hegemónica.”[v], es decir, que países tanto, latinoamericanos como asiáticos, han contribuido a esta mundialización cultural con su música, sus escritores y el cine entre otros, cuyo propósito ha sido dar a conocer al otro la cultura propia a través de los mass medias.
Continuando con la óptica de Brünner, la relación entre los conceptos Centro – Periferia es estrecha, ya que ambos interactúan constantemente modificando la percepción propia y del otro mediante los medios de comunicación masiva. Este fenómeno está presente en los Centros Educacionales, principalmente porque la escuela posee la particularidad de ser una representación de la comunidad local y global, por tanto, factores de la cultura mundial y local están inmersos en el imaginario colectivo de los estudiantes, ya que estos se ven constantemente seducidos por la globalización cultural, entonces, nuestra labor como profesores es entregar las herramientas apropiadas para que se desenvuelvan en un mundo globalizado, pero a la vez posean su identidad cultural.
Finalmente, “...la globalización genera este tipo de conflictos que son en gran medida producto del encuentro entre la modernidad occidental y las demás culturas del mundo. De este contacto, facilitado por los medios de comunicación, la internacionalización de las comunidades intelectuales, el comercio y el turismo…, provienen también el carácter pluralista, hibrido, de la posmodernidad…”[vi]

Ejemplo: el discurso predominante a nivel mundial y que los estudiantes adquieren mediante la música y otros medios de comunicación masiva, son homogeneizantes, sin embargo, ellos se adscriben a distintos grupos con el propósito de mantener su identidad dentro de la sociedad en la que viven.

Tensión entre Tradición y Modernidad: en nuestro siglo XXI, nos encontramos en un proceso, tanto de la mundialización de la cultura como de la globalización de la economía y la tecnología, tenemos bastante claro que “la era de la información ha llegado a un nivel supersofisticado. Las sociedades modernas, distinguiéndolas de las tradicionales, son aquellas sociedades que están constituidas y construidas, esencialmente, a partir de conocimiento teórico o conocimiento experto.”[vii] Podemos hacer una clasificación utilizando los conceptos de primer y tercer mundo, ya que lo moderno es propio del primer mundo donde predominan los avances académicos y metodológicos en materia de educación, junto con economías dominantes que permiten y avalan el desarrollo, por su parte la tradición se asocia con el tercer mundo, el cual no ha logrado seguir el ritmo avasallador del mundo moderno en cuanto a metodologías que se ajusten a las nuevas exigencias en educación, por tanto nuestros profesores de aula están en constante reestructuración y cambios debido a los diferentes paradigmas que se van suscitando en el ámbito de educación, generando la tensión que se da en este hecho. Por tanto, los profesores no alcanzan a dominar una estrategia o modelo de enseñanza-aprendizaje cuando ya deben adoptar otras nuevas.

Ejemplo: El desconocimiento y temor en cuanto al funcionamiento y uso de recursos didácticos innovadores como por ejemplo data show ha generado cierto rechazo por parte de algunos profesores de un establecimiento municipal de la comuna de Peñalolén, sin embargo, una vez que éstos han reflexionado en cuanto al progreso y motivación que este recurso significaría para sus alumnos, han comenzado a usarlo al punto que lo han incorporado a sus planificaciones.

Tensión entre el largo plazo y el corto plazo: esta situación ha ocurrido permanentemente, pero actualmente ha sido alimentada por un predominio de lo momentáneo y de la instantaneidad, en un contexto en que la abundancia de informaciones y emociones fugaces conduce incesantemente a una concentración de los problemas inmediatos[viii] y no a los de fondo. Somos hijos del siglo XXI, estamos configurados mentalmente para que todo tenga una solución rápida, pero ésta no siempre es eficaz. Sin embargo, sabemos que en cuanto a las personas las soluciones eficaces no son instantáneas porque los seres humanos vivimos procesos y no momentos.
El artista plástico Antón Patiño, plantea lo siguiente en cuanto a lo instantáneo: “Sabemos que existimos en el destello fugaz, huidizo, del instante efímero. Se trata de atrapar la impronta del momento, esa es la utopía propia de nuestra época: captar la vivencia del momento en un mundo sometido a una fuerte aceleración, a un vértigo histórico… La velocidad aparece en nuestras vidas como un factor profundamente desestabilizador. Circulación veloz de cuerpos, mensajes, objetos y capital en un contexto de simultaneidad. Velocidad, instantaneidad y simultaneidad serían las tres claves que diseñan nuestra nueva consciencia perceptiva y reflejan la aceleración histórico-temporal que vivimos.”[ix] Es decir, que nuestra vertiginosa sociedad del siglo XXI no espera soluciones a problemas de manera paciente, concentrada y negociada de reforme como lo plantea Delors, sino que esperamos y deseamos soluciones rápidas y superficiales.

Ejemplo: en un establecimiento educacional municipal de la comuna de Peñalolén, se da una situación de alumnos que presentan problemas disciplinarios, la Dirección del establecimiento toma la decisión de sacarlos de su sistema reubicándolos en otro establecimiento de la misma comuna, pero esta es una solución a corto plazo, porque alumnos con problemas disciplinarios va haber todos los años y reubicarlos en otro colegio no es la mejor manera de abordar el problema conductual. Sin embargo, esta situación necesita un trabajo minucioso que acoja y actúe como una red de apoyo para estos alumnos, es un proceso que generará resultados en el largo plazo y que se mantendrá en el tiempo.


Tensión entre la indispensable competencia y la preocupación por la igualdad de oportunidades: es necesario definir los conceptos antes de establecer nuestro análisis. Por Competencia vamos a entender que es un “…conjunto de conocimientos y habilidades que permiten a un trabajador obtener un desempeño considerado competente (o sea, que atiende los criterios o normas, generalmente establecidos por acuerdo o consenso de especialistas, trabajadores y empleadores), dentro de una división funcional de la actividad productiva.[x] El concepto igualdad lo vamos a tomar desde la Equidad, que entenderemos como el “principio ético que fundamenta políticas de desigualdad por el tratamiento diferenciado para cada tipo de escuela, que se expresa en la discriminación positiva” [xi].
La propuesta del Estado enfatiza la preocupación por atender las necesidades de los grupos más vulnerables en los aspectos socio-económico y culturales. Sin embargo, la educación en Chile se reestructuró desde el modelo de la educación de mercado, porque “La Constitución de 1980 y la LOCE del 10 de marzo de 1990 consolidaron las políticas de la privatización e incorporación a los mercados internacionales que se continuaron impulsando durante todo este periodo de los gobiernos de la Concertación. La centralidad otorgada a la educación se efectuó de acuerdo a la concepción de “mercado educativo” establecida en el sistema.”[xii] Por tanto, tenemos claro que escuelas y liceos municipales reciben la misma subvención mediante asistencia de sus alumnos que los colegios particulares subvencionados, entonces se subentiende que: “el que tiene más recibe más y el que tiene menos, recibe menos”.[xiii] ¿Es posible educar en equidad en nuestro país, qué pasa con la brecha de la desigualdad?

Ejemplo: el mundo actual exige que desde la educación se formen personas con competencias para enfrentar el mundo laboral, ante esta situación el Estado busca la entrega de oportunidades invirtiendo dinero en la educación municipal para acortar la brecha de la desigualdad social. Sin embargo, la calidad de la educación en colegios particulares y municipales es distinta porque los escenarios socioeconómicos en que éstos se encuentran inmersos son absolutamente distintos, hecho que se evidencia cuando los alumnos egresan de la Enseñanza Media y enfrentan la Educación Superior o la actividad laboral, notándose nuevamente las brechas que se quisieron acortar.

Tensión entre el extraordinario desarrollo de los conocimientos y las capacidades de asimilación del ser humano: de acuerdo a lo mencionado anteriormente, estamos viviendo un proceso de mundialización de la cultura y además existe una gran cantidad de conocimientos formales que circulan en la red, tomando ésta como ejemplo de medio de comunicación e información masivo a nivel mundial. Sumado al vertiginoso mundo moderno en el que estamos inmersos, cada vez tenemos mayor acceso a diversos conocimientos formales e informales, dentro de esta última clasificación, la Comisión incluyó disciplinas que están relacionadas con el autoconocimiento y la salud física, entre otros. Sin embargo, las capacidades de asimilación que posee el ser humano son finitas y los programas escolares están ya bastante recargados con información de tipo formal, por lo que se hace necesario un replanteamiento de los Planes y Programas para que desarrollen diversas capacidades en los estudiantes de Chile con el fin de guiar hacia la formación de una persona integral que domine ciertos conocimientos formales y no formales al momento de egresar de la educación formal.

Ejemplo: en un establecimiento municipal de la comuna de Peñalolén existe la necesidad imperiosa de que los alumnos puedan desarrollar y mantener una salud psicológica que les permita tener un autoconocimiento de sí mismos y de sus (prácticamente) desconocidas habilidades, porque la gran mayoría de éstos está en una situación de vulnerabilidad social que apunta hacia el detrimento del autoestima.

Tensión entre lo espiritual y lo material: de acuerdo a lo planteado por Delors, los seres humanos no expresamos la necesidad que tenemos de ideales y de valores, pero ésta existe, además sostiene que la educación posee la noble tarea de promover en cada persona respeto al otro, pluralismo y valores morales[xiv] entre otros.
Confirmando esta postura, A. Cortina afirma que “Los valores son un componente de la vida humana, no son un aditamento que, de vez en cuando añadimos…Los valores tienen mucho más que ver con lo que realmente nos va a las personas, mujeres y varones…como de un explosivo tan potente como la dinamita, que hace de la vida humana compartida una vida realmente digna de ser vivida.”[xv] Es decir, que nosotros los profesores debemos generar una apertura mental entre nuestros estudiantes en cuanto al respeto por el otro, a la elevación del pensamiento y la autosuperación a través de un discurso que admite la diversidad y la valoración del otro.

Ejemplo: En un establecimiento municipal de la comuna de Peñalolén, algunos de sus alumnos provienen de familias disfuncionales y están en constante riesgo social porque uno de sus padres o un familiar cercano está cumpliendo pena aflictiva por robo, reducción de especies o tráfico de drogas por ejemplo, entonces los profesores son los encargados de generar una red de apoyo mediante el respeto y valoración por sus alumnos.


Reflexión (análisis) sobre la relación entre los cuatro pilares, la matriz curricular básica y los principios de la reforma educacional chilena.

Después de leer y comparar los tres documentos, quedamos con una doble percepción; por una parte percibimos satisfactoriamente que la MCB coincide con la propuesta educativa de la comisión presidida por Delors, y que al mismo tiempo se correlaciona con los principios de la reforma aplicada en Chile oficialmente desde 1996. Veamos algunos ejemplos:

La MCB plantea “la introducción en la educación nacional del principio de la autonomía curricular se orienta hacia un mejoramiento sustantivo de la calidad de enseñanza”.[xvi] Esto implica dar la libertad necesaria para que las escuelas puedan adecuar la MCB a sus realidades particulares, esto significa que teniendo la MCB objetivos obligatorios se generalizan en el país ciertos elementos culturales propios que refuerzan la identidad nacional, pero al mismo tiempo se entrega la posibilidad de que en cada escuela se vean representadas las diferencias propias de nuestra sociedad. Estos principios de autonomía sin perder la cohesión son necesarios para “aprender a vivir juntos”, pues “un proceso de autonomía e individualización que no se articule con la pertenencia a entidades más amplias, rompe la cohesión social, y en definitiva des – socializa. La autonomía y la personalización no son incompatibles con la vinculación con el otro”[xvii]

La MCB propone además “el principio de que el aprendizaje debe tener lugar en una nueva forma de trabajo pedagógico, que tiene por centro la actividad de los alumnos,”[xviii] esto implica “reorientar el trabajo el trabajo escolar desde su forma actual, predominantemente lectiva, a una basada en actividades de exploración, búsqueda de información y construcción de nuevos conocimientos por parte de los alumnos”.[xix] Este principio es muy necesario en un mundo que cada vez y más rápido va cambiando, por lo tanto a lo largo de toda la vida debemos generar nuevos conocimientos para poder entender el mundo y por lo tanto pertenecer a él. Ahora entender los procesos que dan forma al mundo en un momento determinado no es fácil, para ello necesitamos poseer conocimientos no sólo inferiores sino también superiores. “Los de orden superior son conocimientos sobre conocimientos”[xx]

Chile es parte de la sociedad del conocimiento que hoy nos bombardea de información, por lo tanto la MCB cumple con el propósito de modernizar el currículo en esta dirección: “aprender a aprender”

También es muy interesante descubrir que en la MCB los objetivos transversales definidos por la Comisión nacional de modernización educacional, encierran un carácter ético y valórico necesario para que todo lo expuesto anteriormente se logre. El informe de la Comisión establece lo siguiente con respecto a la formación personal: “…debe ofrecer a todos los chilenos la posibilidad de desarrollar plenamente todas las potencialidades y su capacidad de aprender a lo largo de la vida, dotándolos de un carácter moral cifrado en el desarrollo moral de la libertad; en la conciencia de la dignidad humana y de los derechos y deberes esenciales que emanan de la naturaleza del ser humano…”[xxi]

La MCB plantea una formación ética de la persona basada en el crecimiento y la autoafirmación personal (identidad personal) y la relación de la persona con su entorno (ciudadanía activa), ambos valores hoy muy necesarios para enfrentarse positivamente a la globalización en curso.
Terminada nuestra primera impresión de los documentos revisados, nos surge una segunda percepción basada en la frustración de preguntarnos ¿por qué, si la MCB está hecha de acuerdo a una ética que va en el camino correcto, profundizando además los principios de “aprender a aprender” y “aprender a vivir juntos”, en la práctica cotidiana de la educación lo que está escrito en el papel no resulta?

Siguiendo la reflexión de la Sra. A. Cortina “¿Quién o quiénes son responsables de que este mundo nuestro consiga tener altura humana?

“Se trata, como mínimo, de justicia, de encarnar el ideal de una ciudadanía social cosmopolita, de conseguir que todos y cada uno de los seres humanos vean protegidos sus derechos de primera y segunda generación, derechos civiles y políticos, económicos, sociales y culturales; y los pueblos, los de la tercera generación, derecho a la paz, al desarrollo y a un medio ambiente sano. Éste es el mínimo de justicia que nosotros mismos nos hemos marcado, al menos verbalmente y por escrito, al defender los derechos humanos. Y conviene recordar que “lenguaje obliga”, que las declaraciones deben cumplirse, que es de ley traducir los dichos en hechos, impidiendo que exista un gran trecho entre unos y otros.”[xxii]

Ante esto no existe un culpable, somos todos responsables de esta situación, creemos que el problema fundamental pasa por el no reconocimiento de todos los protagonistas de la educación sobre la necesidad de sentarnos a dialogar con respecto, no a la educación que queremos, esa está muy bien detallada en la MCB, sino al por qué no somos capaces de cumplir con ella. Debemos ser capaces de “articular los esfuerzos de estos tres poderes –el político, el económico y el cívico– aquí reside la piedra filosofal de los nuevos tiempos, y en hacerlo atendiendo inteligentemente a las bases, desde el empoderamiento de quienes, por ser los afectados, deberían ser los auténticos protagonistas.”[xxiii] Esto debemos tomarlo en consideración si queremos lograr los objetivos planteados y los principios que se trazó este país al volver a la democracia.

Necesariamente debemos realizar una reflexión profunda sobre nuestra civilización, considerando que en ella transitan seres – humanos, y lamentablemente es eso justamente lo que estamos olvidando. Los actores sociales involucrados en las tomas de decisiones sobre la educación primero debemos aprender lo que queremos enseñar: en el centro de la discusión está el ser – humano y por lo tanto qué vamos a hacer (acción) para evitar que este mundo se siga des – humanizando.
La reflexión queda abierta a todos…


Cultura Escolar. Cambios necesarios para trabajar el rol docente desde la prerrogativa de la Escuela de Calidad del Siglo XXI.

El imperativo de una Educación de calidad para el Siglo XXI abre una serie de desafíos marcados por la época de cambio en que nos hallamos insertos. El escenario de la posmodernidad trae consigo la ruptura de un conjunto de códigos y creencias de base del paradigma moderno, y una visión global del mundo a la par que surge la necesidad de mantener ciertos elementos identitarios. ¿Cómo hacer frente a un mundo cuyo rasgo distintivo es el imparable devenir, el consumo y la masificación? ¿cómo desde nuestra particular línea de batalla formamos –o guiamos en su formación- al nuevo hombre-mujer del Siglo XXI?. No cabe duda que los 4 pilares de la Educación que propone Delors se encuentran bien encaminados en dicha resolución en donde los sistemas educativos del Siglo XXI, deben reformular sus programas y políticas pedagógicas, orientándolas a la diversidad de las esferas humanas y no limitándose al mero ámbito cognoscitivo, como lo imponía la tradición academicista. En este sentido, debemos hablar de “educar para la vida”, en donde todos los aspectos que configuran el ser y el actuar humano deben integrarse, y en eso se basan los cuatro pilares de la Educación propuestos por la Comisión:

Aprender a Conocer: Alude a la capacidad del individuo de sintetizar y profundizar un pequeño número de materias, combinándolas con el saber de la cultura en general. Esto supone el aprender a aprender, en donde el sujeto debe ser capaz a lo largo de su vida de tomar decisiones autónomas en relación a los desafíos que se le van presentando.

Aprender a Hacer: La vida humana va más allá del despliegue profesional, en ese sentido, el educar para la vida debe capacitar al individuo a hacer frente a la multiplicidad de situaciones y experiencias a que se enfrenta a diario.

Aprender a vivir juntos: Es un imperativo ético para la sana convivencia en que el individuo emprende proyectos comunes y resuelve sus conflictos en base al pluralismo y la comprensión mutua.

Aprender a ser: Resalta el carácter holístico de la vida humana, y permite el despliegue de todos los ámbitos de su ser, sacando lo mejor de cada uno y capacitándolo para obrar con autonomía, responsabilidad y juicio.


Cambios en la Cultura Escolar

Qué duda cabe que este cambio en la manera de comprender y de actuar en-el-mundo trae aparejado una nueva generación de estudiantes que son hijos de su tiempo, en donde las creencias que antes eran certeza hoy pasan a ser mera especulación, donde el “saber” se encuentra a un click en la pantalla de un computador, donde la tradicional búsqueda de la identidad personal de los adolescentes ahora se ve afectada por la globalización, donde las relaciones interpersonales muchas veces son más sólidas en un espacio de redes virtuales que en el contacto directo con el otro…

El impacto en el rol docente pasa por el reconocimiento y resolución de las problemáticas que plantea este nuevo escenario, por romper con los viejos paradigmas, esos modos de ser y actuar que durante años impregnaron la práctica docente, pero que ahora pierden efectividad ante el despliegue y masificación de la información y el consumo. Veamos algunas problemáticas:

· El docente del Siglo XXI ya no es un mero transmisor de información, sino un guía que ayuda a los estudiantes a buscar y discriminar dentro de ese cúmulo de información que los bombardea a diario a través de la televisión, la prensa e internet. Para lograr esto, es indispensable que el docente reconozca y domine los nuevos usos y tecnologías de la información y se sirva de ellos para sus propósitos pedagógicos.

En el caso concreto de nuestra escuela, este es un punto muy importante, dado que el proyecto educativo (que está en reformulación) propende la integración de las nuevas tecnologías en la sala de clases de la totalidad de los subsectores, lo cual ha provocado por un lado la resistencia de parte de algunos docentes y por otro, tiende a generar una confusión en cuanto al concepto de innovación, dado que para muchos, innovar significa cambiar la antigua pizarra o el dictado por una diapositiva en power point, sin comprender que en la práctica estamos repitiendo los mismos modelos academicistas, sólo que con nuevos ropajes didácticos.

· Reconocer al estudiante como un ser autónomo. En el desafío de aprender a vivir juntos, clave de una cultura escolar de integración y respeto por el otro, es primordial reconocer en el estudiante su multidimensionalidad, esto es, los educandos no sólo son estudiantes de enseñanza media, también son miembros de una familia, son habitantes de un barrio, partícipes de comunidades juveniles que se unen en búsqueda de una identidad personal, y por si fuera poco, miembros de la aldea global que surge a través de internet. En este sentido es imperioso reconocer todas las esferas que modelan a nuestros estudiantes y que conforman su propia subjetividad, la que muchas veces choca con la subjetividad del docente y con los objetivos de las instituciones educativas que tienden a neutralizar y uniformar al estudiante, negando toda la riqueza de saberes y valores que arrastra desde las otras esferas de su ser, e imponiéndoles su propio modo de ver y explicar el mundo.

De esto se desprende que ante este nuevo momento histórico el currículum y las metodologías educativas deben estar orientadas a la reflexión y análisis de la realidad, a la búsqueda y selección de información y a la contextualización de los distintos subsectores a la realidad y los intereses de los estudiantes. Si queremos lograr aprendizajes realmente significativos, debemos aterrizar nuestros saberes y contenidos a los intereses de los jóvenes, lo que no significa en modo alguno que debamos “bajar” con ello la profundidad y calidad de nuestra práctica docente. Como es de esperar, aquí encontramos otro foco de resistencia por parte de los profesores, para quienes es más fácil y cómodo repetir año a año los mismos contenidos, cambiar sólo la fecha de los contenidos en las planificaciones, etc., de aquí resulta otra grave consecuencia: El profesor se transforma en un mero repetidor de fórmulas y cae en la somnolencia intelectual.

· Reconocimiento del saber –y del no saber- y autonomía del docente. Muchas veces la principal piedra de tope de los problemas que aquejan a los docentes la generan los propios docentes. Cuando en instancias de diálogo entre el personal docente y el directivo se tratan de llevar a colación los problemas que aquejan a la comunidad educativa, en la mayoría de los casos los docentes son incapaces de sacar a la luz sus dudas e inquietudes, esto porque temen a poner en evidencia sus propias deficiencias (que en una comunidad debiéramos ser capaces de resolver en conjunto) o por que no se sienten comprometidos con la institución debido a cuestiones de índole personal (baja auto estima, estar próximos a jubilar, falta de vocación, cansancio, etc.) El problema que esto acarrea es que los docentes no se sienten reconocidos, ni tienen la suficiente autonomía como para proponer cambios en el establecimiento. Sabemos que el lenguaje genera realidad, y muchas veces el discurso de los profesores tiende a la victimización o al quietismo… “estos niños son incontrolables” “los estudiantes son flojos” “mi escuela está conformada por un 96% de vulnerabilidad”, “me siento poco reconocido” y con eso sólo creamos un mundo de estudiantes indisciplinados, flojos, vulnerables y poco reconocimiento social a la labor docente. En este sentido, uno de los primeros pasos para cambiar el triste escenario es dejar el discurso pesimista y pasar a la acción, focalizarse en porqué mis estudiantes son incontrolables y flojos y qué hacemos nosotros para superar ese problema, hasta que punto somos responsables de lo que vivimos al interior de las aulas. Otro de los pasos debiera ser reconocerse a sí mismos, aprender a valorarse, dignificar la labor profesional docente desde cada uno de nosotros mismos.

Integración de la familia y demás miembros de la comunidad. Si nos remontamos al uso etimológico de la palabra comunidad (del latín comoine[m] ‘conjuntamente’, ‘en común’) veremos que si hablamos de aprender a vivir juntos, la escuela no puede ni debe dejar de lado a familia ni a los demás miembros que tienen en común la labor de educar. En este sentido, la escuela tiene el deber de abrir los espacios de diálogo con las familias para que el trabajo de la institución no se reduzca a un mero acto vacío de sentido, en el que se desconoce y se niega el quehacer, saber y cultura que arrastran los estudiantes desde el seno de sus hogares, sino que se deben legitimar a través del diálogo y la participación colectiva. Así lo ha entendido nuestro colegio, al abrir un espacio de diálogo permanente en que cada semana apoderados y profesores jefes se reúnen para conversar independientemente de la situación conductual o académica de sus pupilos. Claro está que esta instancia de dialogo permanente debería extenderse no sólo a profesores jefe- apoderados, también se debería establecer instancias de diálogo profesores (de todos los subsectores)- directivos- personal paradocente- estudiantes- familias, para así lograr un verdadero espíritu de cohesión e identidad.

· Superación de las contradicciones. Todo establecimiento educativo tiene un proyecto que guía su actuar y orienta respecto a que tipo de hombre- mujer queremos ayudar a formar. Nuestro colegio aún está en proceso de reformulación de sus principios orientadores, sin embargo no necesitamos del papel para saber que el discurso que reina en el establecimiento es el de la calidad, la integración, el respeto, el uso transversal de las tecnologías… Para esto directivos, profesores, estudiantes, padres y apoderados debieran estar alineados con estos principios y actuar en consecuencia. Desde este punto de vista, las contradicciones entre el discurso y la realidad resultan evidentes: Los profesores, que son el eje de la institución debieran tener un espacio amigable donde reunirse en los momentos en que no están haciendo clases, los estudiantes debieran contar con salas acordes a el slogan de escuela del mañana, y en cuanto a la integración deberíamos partir por casa y dejar de segregarnos en taxonomías como “los profesores mayores v/s los más jóvenes” y hacer un trabajo conjunto en que nuestros saberes y experiencias se unan en torno a una mejor práctica docente; por otro lado, no es lícito por un lado promover la integración, la sana convivencia y la resiliencia entre los estudiantes y a su vez llevar a cabo prácticas que aterrorizan como la amenaza de expulsar a todos aquellos que no se alinean con los propósitos del establecimiento.

Si queremos construir una verdadera cultura escolar debemos partir por el reconocimiento y legitimación de todos los actores del proceso educativo y no marginar ni instigar la marginación de quienes no se comportan del modo que el proyecto del colegio promueve. Si queremos una educación para la libertad y la autonomía del individuo (sea estudiante o profesor) debemos partir por estos principios y superar las contradicciones implícitas.


[i] Delors, J. La educación encierra un tesoro. Compendio. http://www.unesco.org/education/pdf/DELORS_S.PDF Pág. 11
[ii] Ortiz, R. Entrevista a Renato Ortiz. http://www.comminit.com/es/node/67340
[iii] Gruzinski, S. (1991) La colonización de lo imaginario, sociedades indígenas y occidentalización en el México español. Siglos XVI – VIII. México: F. C. E.
[iv] Brünner, J. (1999) Globalización y Posmodernidad. Chile: F. C. E. Págs. 151-152.
[v] Ibid. Pág. 157
[vi] Ibid. Pág. 164
[vii] Escobar, A. Globalización, desarrollo y modernidad. http://www.oei.es/salactsi/escobar.htm
[viii] Delors, J. La educación encierra un tesoro. Compendio. http://www.unesco.org/education/pdf/DELORS_S.PDF Pág. 12
[ix]www.quadernsdigitals.net/index.php?accionMenu=hemeroteca.DescargaArticuloIU.descarga&tipo=PDF&art... Pág. 1
[x] Alexim, J. Brígido, R. Freire, L. Certificación de competencias profesionales. Glosario de términos técnicos. http://www.cinterfor.org.uy/public/spanish/region/ampro/cinterfor/temas/complab/doc/otros/glosario.pdf
[xi] Descouvières, C. Redondo, J. Rojas, K. Calidad y equidad de la educación en Chile. Reflexiones e investigaciones de eficiencia de la educación obligatoria (1990-2001) http://www.opech.cl/bibliografico/calidad_equidad/equidadycalidad.pdf Págs. 9-10
[xii] Ibid. Pág. 10
[xiii] Ibid.
[xiv] Delors, J. La educación encierra un tesoro. Compendio. http://www.unesco.org/education/pdf/DELORS_S.PDF Pág. 11
[xv] Pérez, R . Cortina, A. Consejo escolar del Estado. http://64.233.167.104/search?q=cache:q1S6lHv6FaoJ:www.mec.es/cesces/adela.html+calores+morales&hl=es&ct=clnk&cd=8&gl=cl
[xvi] MIneduc (2002) Objetivos Fundamentales y Contenidos Mínimos Obligatorios de la Educación Básica. Santiago: autor.
[xvii] Tedesco, Juan Carlos (2003). "Los pilares de la educación del futuro". En: Debates de educación (2003: Barcelona) [ponencia en línea]. Fundación Jaume Bofill; UOC. [Fecha de consulta: 27/04/2008].http://www.uoc.edu/dt/20367/index.html
[xviii]MIneduc (2002) Objetivos Fundamentales y Contenidos Mínimos Obligatorios de la Educación Básica. Santiago: autor.
[xix]MIneduc (2002) Objetivos Fundamentales y Contenidos Mínimos Obligatorios de la Educación Básica. Santiago: autor.
[xx] Tedesco, Juan Carlos (2003). "Los pilares de la educación del futuro". En: Debates de educación (2003: Barcelona) [ponencia en línea]. Fundación Jaume Bofill; UOC. [Fecha de consulta: 27/04/2008].
http://www.uoc.edu/dt/20367/index.html
[xxi] Mineduc (2002) Objetivos Fundamentales y Contenidos Mínimos Obligatorios de la Educación Básica. Santiago: autor.
[xxii] Cortina, Adela. “El protagonismo de la sociedad civil: Ciudadanía y empresa en el horizonte de la globalización”, Conferencia. Santiago.
[xxiii] Cortina, Adela. “El protagonismo de la sociedad civil: Ciudadanía y empresa en el horizonte de la globalización”, Conferencia. Santiago.

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